miércoles, 13 de mayo de 2009

Me invitaron a un casamiento!

Qué alegría!
S y M se casan. Hace un año nos anunciaron el acontecimiento . Qué bueno saberlo con tanta anticipación, cuánto tiempo para prepararme y no estar -como siempre- buscando qué ponerme a último momento. Un año entero para conseguir “el” vestido y lucir como una diosa… cuántas expectativas, qué ilusión!

Una semana antes del casamiento, un sábado a la mañana para ser más exacta, me calcé las zapatillas y salí a la calle a conseguir “el” vestido.


Para eso tenia en mente un programa:
Plan A: conseguir algo sencillo en alguna de las casas de ropa que están a diez cuadras de casa
Plan B: conseguir algo clásico en algún local de Zara
Plan C: conseguir algo, donde sea y cueste lo que cueste.
Y hasta ahí llegaban mis planes, como último recurso, llegadas las 7 de la tarde, digamos, aplicaría el plan C. Pero a casa volvía con algo.
Sí o sí.
No fue necesario!
En el primer lugar que me metí encontré el outfit adecuado... (Si. No soy muy vueltera con la ropa y además mejor ir así sencillita que llamar tanto la atención, después de todo es un casamiento donde la que se tiene que lucir es la novia y después de todo mejor bajar las expectativas mirá si al final el casorio resulta ser un perno).
Salgo a la calle -feliz- con mi bolsa.
Afuera brilla el sol.
Vuelvo a casa a prepararme unos mates. No había invertido más de una hora en la búsqueda. (un año vs. una hora = había hecho un negoción)
Cuelgo el atuendo en el vestidor y me asaltan las primeras dudas
será demasiado sencillo?
seré la única de corto??
Somos doscientos cincuenta invitados. Haciendo un numero rápido... si descuento algunas muy allegadas que se mandaron a hacer un vestido exclusivo, quedan unas 100 minas que estuvieron o están en la misma situación que yo. Un porcentaje desconocido de ellas habrá entrado a algún local de la misma marca donde yo compré.
Alguna se habrá comprado el mismo vestido que yo???
No importa. La diferencia va a estar en mis accesorios.
Nada por lo que inquietarse.
Ese mismo sábado, por la noche, fui consciente de que sí había algo por lo que inquietarme.
Estamos en abril.
Me voy a cagar de frio vestida solo con este pedazo de gasa.
Qué me pongo como abrigo?
Un chal?
voy a parecer una vieja chota
Un chal con onda?
seguro me cuesta más caro de lo que pagué el vestido. Además qué sentido tiene comprarme un chal y cagarme de frio igual (porque todas sabemos que un chal no abriga una mierda)
Un saquito?
Un saquito para usar con este vestido debería ser de seda. Quien es la demente que puede llegar a tener un saquito negro de seda. Descontando que todas mis amigas están invitadas a este casamiento, si alguna de ellas tuviera un puto saquito de seda lo va a usar y no lo suelta ni a palos!
Parece que no hay salida. Durante la semana recorro cuanta galería existe en Buenos Aires y me meto en todos los cuchitriles que veo. Chicas, no existe ningun saquito de seda en Buenos Aires.
Me pruebo todos los saquitos negros "un poco más arregladitos" que consigo... incluso alguien me presta uno peludito de no sé qué material ... listo. Ya está. Me pongo este.
Llego a casa y me lo pruebo sobre el vestido.
Parezco un yeti negro.
Prefiero cagarme de frio.

Avanza la semana y baja la temperatura.
Avanza la semana y el servicio meteorológico nacional amenaza con lluvia.
Con qué te reparás de la lluvia si vas a un casamiento?
Trato de calmarme apelando a mi lado racional: la novia, que es muy previsora y tiene todo bajo control, seguro contrató a alguna bruja para que ese día no llueva.
Uff, qué alivio. Así sólo me preocupo por el frio.
Estoy agotada.
Ma' si. Yo me compro un chal.

2 comentarios:

  1. Me encantó ,no sólo porque sos mi hermanita, sino porque me siento identificada .Me hizo reír mucho.Continúa así ,ja ja parezco tu maestra de segundo grado , no ?
    Avanti, morocha ...!

    ResponderEliminar
  2. Me encantó!! No sólo me identifiqué, lo mío hubiera sido peor!!! Nada me quedaría bien y al final hasta sufriría porque me invitaron al casamiento!! Muy bueno, no soy tu hermana pero te quiero mucho.

    ResponderEliminar